Yo con mis sombras I


Me acompañan las voces que claman desde la sombra:
Nunca nos hemos marchado.

¿No has visto mi pobre cuerpo?
No ves nada, estás cegado...
Me he caído, he sido derrotado,
y tu sigues en pie,
Sobre otro hombre calcinado.

Otro hombre muerto en vano.

¿Tengo que abrirme en dos
para que veas mi dolor?
¿No te basta el crujir de mis huesos
entre los dientes de esta bestia descomunal?

Es un demonio ancestral, de los tiempos del Dios vivo.

Pero ahora ese Dios está muerto,
entre todos lo hemos devorado.

Tomad, y comédmela todos a mí”

Pero ahora
que he caído y he sido derrotado
ya no estoy cansado,
(te has dormido)
me he levantado.

Que no te ciegue la ilusión.

¿Importa acaso?
Ni siquiera leo
lo que he escrito antes,
el camino se hace caminando.

Sin mirar atrás, sin seguir rutas o atajos.

Adiós, ayer te veo,
mañana tocaréis a muerto.

Suenan las campanas en un valle eterno, verde y calmo. No queda de ti más que tela, hueso y algo blanco. No importa lo que hagas, no podrás evitarlo. Nada importa, los errores no tienen solución. Los errores sin solución no existen, son solo hechos. El pasado no existe, no es bueno o malo. No existe el tiempo, es solo un engaño, la vida es eterna, el viento golpea las paredes del valle, el agua azul de la mañana, el cielo siguen ahí y después de que tú ya te hayas marchado, todo sigue, te recuerdan las campanas,los demás te han olvidado, no queda nada, solo un rumor apagado...










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