Y entre el humo de obscuro verde
en la primera cama de la noche
alzo el canto poderoso del llanto
de un placer sombrío y desesperado.
Alzando un cuerpo blanco
fino quebradizo y blando
araño las sabanas
y mancho mis zapatos...
...con el barro de mil parques
entre bancos y zarzales
sin prisa, con desesperada calma
de coche en coche, de cama en cama.
Solo en mi rincón
con lagrimas, mis lagrimas
y esas lagrimas rosadas
desangro una vida con engaño.
Y con el maquillaje
corrido, corriendo abajo
del corredor al sótano,
temblando, extasiado...
...vuelvo a la tumba
con sabor de sangre,
de tristeza roja...
muerto de hambre.
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